Pueblos con historia
Necesito romper la monotonía de la tranquilidad, de estos meses de verano que pasan sin prisa y sin horario, de estos días perezosos, cansados de cargar a la espalda calor y baños, calor y juegos de cartas, calor y paseos en bici, libros, amigos, calor y siempre lo mismo.
La mejor forma de cambiar el paso de la rutina son las excursiones, las escapadas a localidades y provincias próximas a Salamanca.
Ayer paseamos el pasado medieval y mudéjar de las tierras de Segovia, destino Cuéllar, Coca y Santa María la Real de Nieva. Cada pueblo, torre o almena es un tomo de historia.
La localidad de Coca, cuna del Emperador romano Teodosio, puede presumir de su castillo mudéjar del S.XV, uno de los mejor conservados de España. Yeso y ladrillo proporcionan a este monumento armonía y belleza.
Seguimos a Cuéllar por una carretera jalonada de pinos resineros con sus vientres abiertos en canal de los que extraen su resina.
Destaca su muralla y sus puertas, pero sobre todo el imponente castillo del duque de Alburquerque, en cuyo patio renacentista se celebran representaciones teatrales. Las innumerables iglesias de absides mudéjares, la judería y el Centro de Interpretación del Mudéjar nos muestran la convivencia de las culturas judía, musulmana y cristiana.
Otra joya del arte medieval castellano del S.XV es el monasterio de Santa María la Real de Nieva, en la que destacan su claustro y capiteles.
A la caída del sol con un cielo enladrillado de naranjas, regresamos por Madrigal de las Altas Torres, cuna de Isabel de Castilla y admiramos los muros y torreones del castillo de Juan II.
El remate perfecto de esta ruta fue el buen lechazo con tinto de verano que comimos en Cuéllar.
