
En Santander el Cantábrico se remansa, se arrodilla en su bahía y la pone en un altar.
Se detiene ensimismado, mira a Santander con ojos de olas azules y canciones de sal.
Si vas puede ser que te pase lo mismo que al mar.
Esta foto está tomada el 31 de diciembre en el paseo Reina Victoria (al fondo Palacio de la Magdalena)