
¿Cómo es posible – se preguntaba el duende- que además de ensayar, carguen ellos mismos el escenario, se desplacen sin importar el destino, actúen, se dejen la piel y la hiel en algunos casos, estén dispuestos a pasar por tensión innecesaria, a probarse a si mismos y los limites de cada cual... al día siguiente acudan a descargar el camión, montar de nuevo su escenario habitual, teñido de superación personal y apuestas contra si mismos y sin obtener beneficio económico alguno... sean capaces de continuar con la dinámica habitual, como si nada hubiera ocurrido, habiendo tocado cumbre el fin de semana anterior?¿Cómo...y por qué?
El equipo “La Magosta”, con su texto debidamente interiorizado, parido por Nieva en corta pero fructífera visita a Galicia.La alineación era: Lambriña, Donastiano, Lucenia, Isolino, Telares , Pizarroso y repartiendo el juego, sin lugar determinado en el campo: Magosta, aquella a la que todos veremos el culo, el último de nuestros días.
Los espectadores aplaudían rabiosos, ante aquel signo de rebeldía que tanto tiempo habían estado esperando y así fue como “Atrebil”, sembró la semilla de la liberación, de esfuerzo personal y la idea visceral: ¡sobrevivir no es suficiente, queremos mas, queremos vivir, ilusionarnos, disputar, avanzar, crear, pelear!.El elfo, desesperado ante tal poder plebeyo, se supo destronado:¡Malditos insumisos! –llegó a pronunciar, en caída libre desde el campanario de la Plaza del Parchis- a lo que añadió: Felipe Ruiz de Lara, ya que me venciste…¿no tendrás al menos un papel para mi? Yo también quiero sentirme ¡¡VIVOOOOO!!
Enhorabuena a Jose Manuel González por la escenografía, que mereció un premio.
Texto de Paco Milla "Teatro..¡puro teatro!" en "A pie de calle" publicado en el Diario siglo XXI