domingo, diciembre 12, 2010

Escucha el otoño


Puntual reloj de otoño
con pisada de gato,
se sienta en mi orilla
como una piedra
con cicatrices de historia,
como un tronco tatuado
de líquenes y sombras.

Sólo hay que estar atento,
sólo hay que escucharlo.

Cuelga en mis labios
su silencio de lluvia mansa,
en mis ojos su lenguaje
de luz sepia y oro.

Otoño de la Ribeira Sacra
está en mi orilla por algo,
arrebujado en su manta de niebla
sujeta la tos y el cansancio,
deshoja entre sus dedos
aromas de helechos,
aromas de salmos
dueños de celdas y humedades,
de vendimia y castaños
que buscan el remanso
de mi otoño donde reflejarse
y cubrir de amarillos
una puesta de sol interminable.

Sólo tienes que escucharlo.