LLUEVE EN MI ALMA
Llueve en mi alma
cuando subo los pasos de tu senda
senda asomada al mar
cansada de nordeste y acantilados.
Llueve en mi alma,
aunque siento en mi espalda el sol,
cuando el paisaje azul del Rinconín
está lleno de ti,
señalo el horizonte en tu mirada
y navegan mis manos mar adentro
en busca de tu piel.
Llueve en mi alma,
aunque me bebo el sol,
cuando al cielo pregunto
eres tormento, sombra o sueño.
Olas ocres de otoño
en este mar tan turbio
me arrastran en la espuma de tu ausencia.
Septiembre 2016