viernes, octubre 27, 2006

Destrucción de Dresde (Alemania)




La destrucción de Dresde (Alemania)

Todavía huele Dresde a cenizas, a cuerpos calcinados, a ruinas. Entrada la primavera el hedor de la ciudad era tan insoportable que hubo que hacinar en fosas a miles de muertos.
Sus habitantes sufrieron el dolor y el horror de los ataques aéreos de incendio y exterminio en la noche del 13 de febrero de 1945. El cielo del martes de carnaval reventó en cascadas de luz y un diluvio de bengalas disfrazó la ciudad en una hoguera dantesca, iluminando los objetivos de las bombas incendiarias.
Con exactitud y puntualidad inglesa los aviones Lancaster destruyeron hospitales, fábricas, estaciones de ferrocarril, escuelas, mercados, calles, museos, templos, palacios y en decenas de miles de casas volaron techos, fachadas, ventanas. Los gritos de auxilio y de pánico se ahogaban en las gargantas. El humo y el fuego eran visibles a muchos kilómetros de distancia.
Transcurridas escasas horas un segundo bombardeo, en un ataque despiadado, deja reducida a escombros la ciudad, cientos de años de historia y de arte fueron arrasados, reducidos a cenizas y los pocos supervivientes devorados por una tormenta de fuego huracanada a miles de grados de temperatura que derretía el vidrio y el metal.
Las bombas que caían sobre los escombros ya no podían matar más muertos, convertidos ya en antorcha humana. Las cifras oficiales indican que se lanzaron 1.500 toneladas de bombas explosivas sobre Dresde y murieron entre 120 mil y 150 mil personas.
El resplandor de la ciudad en llamas revelaba la aterradora destrucción de la ciudad del barroco, de la fina porcelana de Meissen, a orillas del Elba.
Todavía llora Dresde este monstruoso exterminio que puso una máscara negra en la Historia de Europa.

Hace pocos días visité esta ciudad y por su aspecto, actividad, vida cultural, en la ópera, exposiciones y la animación de sus calles, quiere restaurar heridas y está consiguiendo volver a su antiguo esplendor.

miércoles, octubre 25, 2006

Perdiendo mis amores


No llores porque se acabó, ríe porque ocurrió

Se acabó el amor


Temblaron los números en mis dedos,
antes de oír tu voz
pregunté por tu nombre,
supiste que era yo.
Nacieron en tus labios las espinas,
crecieron los muros de la distancia,

mostraste los dientes del silencio,

inútiles palabras de perdón.

Apagaste mis lunas de febrero
mis auroras de abril.
El teléfono guardó mis lamentos
las palabras nudos en el cordón.

No, espera, no cuelgues,
compréndeme, por Dios,
no cortes el oxígeno
que alimenta mi vida,

lléname otra vez
de tu voz ,
que nombre mi nombre
tatuado en la piel

de tu pecho.


lunes, octubre 16, 2006

Luces y sombras


Fiesta


Traje
de luces,
brindis
de sombras,
rosas
de sangre,
arena
de amapolas,
baile
de puñales,
abanicos
de muerte,
corona
de pañuelos,
miedo,
miedo
de clarines
de timbales.
Olés
de arte.
Fiesta
a las cinco
de la tarde.

viernes, octubre 13, 2006

Berlín brilla



Resurge gloriosamente de sus cenizas


Después de la caida del muro los berlineses sólo tenían un deseo, que desapareciera por completo ese muro que había dividido la ciudad de modo tan atroz e irracional. Había que reconstruir las viejas plazas y barrios usados como areas fronterizas. Berlin no queria feas cicatrices en su cuerpo urbano.
El barrio del Parlamento donde se encuentra el Reischstag y la Pariser Platz son buenos ejemplos de este vivo deseo. Sólo una marcación de piedras en el asfalto recuerda la herida de la división.




Cada instante desde hace 15 años es una celebración. La Puerta de Brandemburgo,el corazón de Berlín, nudo palpipante, era un lugar sin vida.