Miles de personas de todas las edades disfrutamos del espectáculo que ofrecieron en Salamanca (como otras ciudades incluidas en su gira) Joan Manuel Serrar y Joaquín Sabina, dos "pájaros" monstruosos que nos hicieron vibrar con la banda sonora de nuestra vida.
Tras la broma de Iñaki Gabilondo desde dos gigantescas pantallas para anunciar la suspensión del concierto por problemas de salud de los incombustibles cantautores, comenzó un mano a mano entre ellos, lleno de buena música, sentido del humor, emociones compartidas, canciones coreadas por la afición.. Con un bombín en el centro del escenario, sobre un taburete, arranca trepidante "Hoy puede ser un gran día" y "Aves de paso", mientras van pasando imágenes y fotografías de fondo en un montaje técnico especial y delicioso.
Después de interpretar Serrat sus emotivas "Pueblo blanco" y "Algo personal", llegó el intercambio de temas en un tono cómplice y canalla, tómandose prestadas las canciones o cantando a dúo "No hago otra cosa que pensar en ti", "Quién me ha robado el mes de abril", "Princesa", "Tu nombre me sabe a hierba".
Bromeando durante todo el concierto y con un público totalmente entregado, nos emocionaron con sus clásicos "Mediterráneo", "Penélope","Cantares", "19 días y 500 noches", "Calle Melancolía", "Nos dieron las 10"....Cuanto más aplaudíamos, más canciones seguían y así fueron terminando con "El pirata cojo","Se llama Soledad","Para la libertad", hasta casi tres horas de canciones inolvidables de estos trovadores veteranos en un grandioso concierto que me entusiasmó.