¡Ay! las lilas
Cada flor inspira un poema,
una canción, una copla,
pero ¡ay ¡ las lilas,
las lilas me llevan
a la orilla dulce de la memoria,
a un jardín de comba y cromos
allí donde los juguetes
todavía no se han roto,
al olor de mi infancia,
donde mayo era su templo,
al color de los versos
prendidos de aquel ramo,
de flores diminutas,
que no abarcaba mis seis años.
¡Ay! las lilas de mayo,
iluminaban de rosa y violeta
mi sonrisa de niña,
sin dientes de leche blancos,
mi padre también sonreía
cogiéndolas del árbol.
Hoy mi alma tiene dos moños,
uno a cada lado
y se adorna con lazos azules
porque hoy las lilas
las cortó mi hermano.
Cada flor inspira un poema,
una canción, una copla,
pero ¡ay ¡ las lilas,
las lilas me llevan
a la orilla dulce de la memoria,
a un jardín de comba y cromos
allí donde los juguetes
todavía no se han roto,
al olor de mi infancia,
donde mayo era su templo,
al color de los versos
prendidos de aquel ramo,
de flores diminutas,
que no abarcaba mis seis años.
¡Ay! las lilas de mayo,
iluminaban de rosa y violeta
mi sonrisa de niña,
sin dientes de leche blancos,
mi padre también sonreía
cogiéndolas del árbol.
Hoy mi alma tiene dos moños,
uno a cada lado
y se adorna con lazos azules
porque hoy las lilas
las cortó mi hermano.