sábado, enero 21, 2006

La magia de Egipto me dejó un síndrome que difícilmente me va a abandonar.
Merece la pena no olvidarlo

2 comentarios:

gaia56 dijo...

Toda la fuerza de la historia estará siempre contigo.. es buena compañía, no lo dudes.

Anónimo dijo...

A mi me produjo las mismas sensaciones y recuerdos, todo aquello de la, historia, las piedras milenarias, el sol abrasador, las voces de los vendedores, el agobio y, ... a veces, una quietud como la de los remansos del río que navegabamos. Algo necesario para fijar la imagen, como si de una vieja cámara de fotos se tratara: tiempo para que la retina retenga la exposición, tiempo para no olvidar.