martes, mayo 23, 2006

Muchacha en la ventana ( Salvador Dalí)


Muchacha en la ventana (Dalí)

Ella quedó en la ventana del mar
empapada en su azul,
derramando miradas y tiempo.
No tiene prisa, ni añoranza
sólo tiempo, sólo tiempo,
un tiempo que sonríe
entre olas y juegos de plata.
No sé qué piensa la muchacha,
con qué remotas orillas habla,
en qué horizontes navega su alma.
En estas horas densas de la siesta
siempre habita la ventana
soñando en su memoria otros cielos,
escapando de la armonía acostumbrada.
Tal vez no tiene recuerdos,
ni deseos, ni tiempo,
quizá tiene la sonrisa
detenida en el hechizo,
húmeda de atardeceres rosas y malvas,
mecida por el corazón del mar
con quien hizo pactos de olvido.
Quizá nunca querré saberlo,
ella alejada en el mar
yo fundida en su espalda.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

pues nada Maru, como te prometí que te escribiría algún comentario ahí va el primero, que no será el último:
Este cuadro de Dalí siempre me ha impresionado, recuerdo que en mi habitación de la calle San José tenía una lámina de él y siempre me refugiaba en la quietud que me transmitía huyendo de la vorágime de coches, ruidos y gentíos que me envolvían en la ciudad, ni que decir tiene que es la sensación de tiempo ¿perdido? la que se transforma en uno de los mejores dones que nos regala esa combinación perfectamente descrita en el cuadro entre la existencia humana y la naturaleza infinita y cuya frontera es precisamente la ventana.
Es precisamente ese tiempo en abstracto, tan despreciado por la sociedad del desarrollo el que se convierte desde esa perspectiva en el único tesoro de nuestra existencia.
No es entonces el coleccionismo (entendido como propiedad) ya sea de bienes materiales, experiencias, sensaciones o ideas, sino la observación (entendida como disfrute, como placer) de saber que formamos parte un orden ¿cósmico? ¿universal? ¿divino? lo que nos devuelve a un estado de paz interior donde no tiene cabida ningún tipo de ansiedad ni fustración por la propiedad no conseguida, por el deseo no satisfecho.
Bueno, vale ya de filosofar por hoy.
Moraleja: si fernando alonso te hace alucinar, estas en tu derecho pero no me lo vengas a contar, porque yo no te cuento lo que alucino viendo crecer un pino.
Ale.

gaia56 dijo...

¿Para qué saber que piensa la muchacha si Dalí nos ha dejado el mar y los sueños tras el marco de la ventana?
Estupendo Loli...

ana martinez dijo...

ella quedó en la ventana del mar...
tú, fundida en su espalda...

Ay! que nos haces suspirar, Loli

Bravo por el poema

Anónimo dijo...

Como veo mucho peloteo y poco debate voy a discrepar un poco.
Gaia56 dijo: ¿Para qué saber que piensa la muchacha si Dalí nos ha dejado el mar y los sueños tras el marco de la ventana?
Primero, no da lo mismo lo que piense la muchacha, porque a mi modo de ver no piensa en nada ni sueña con nada.
A mi modo de ver el pensar, el soñar, el recordar está unido irremediablemente con un estado de intranquilidad (inquietud) mental que no parece desprenderse de la armonía que se refleja la pintura. La muchacha solo está disfrutando de sentir el placer que le proporciona el tener la mente en blanco, sin pensar en nada, (ni en su novio, ni en paisajes lejanos, ni en lo bonito que se ve el mar, ni en nada de nada).
Es como cuando ensimismado persigues con la mirada el movimiento de una mosca en el aire, no estás pensando en el insecto,ni siquiera en los rizos caprichosos que describe en el espacio vacío de la habitación, solo estás sintiendo el prolongado paso del tiempo por tus neuronas.
O cuando en una mañana fresca buscas con tu cabeza los calientes rayos del sol que asoman tímidos entre las nubes, no piensas en nada, solo sientes el placer del calor del astro en tu frente.
Si piensas, la actividad de tu cerebro le impide a tu cuerpo sentir.
Se piensa con el cerebro (actividad mental) y se siente con todo el cuerpo (es pura ciencia física), pero una actividad implica la renuncia de la otra.
Por eso pienso que la muchacha no está pensando sino que está sintiendo, y no precisamente inquietud.
¿Estará absorta con el balanceo del mastil de un pequeño bote anclado en mitad de la bahía?
o ¿respirará sin percibirse de ello el olor a salitre de la brisa? dará igual porque lo que le provoca esa paz, ese placer, es sin duda alguna el mudo tic-tac incansable del reloj que todos llevamos dentro y que a todos, tarde o temprano nos hace recordar que esos tiempos perdidos de nuestra vida son los únicos ganados.
Moraleja: si la vida te gusta ver pasar y la poesía te hace que pensar, gasta un poco de tu tiempo en discrepar y no te dediques tanto a pelotear.
Bueno pues eso...
con perdón

Mariadolcas dijo...

Me parece muy brillante la reflexión de Contravientoymarea sobre el placer y disfrute que expresa la postura de la muchacha, pero las múltiples interpretaciones de las obras de arte nos permiten enriquecernos y la "confrontación" en el debate nos hace más libres.
Muy bueno y sigue analizando con ese criterio crítico.
Agradezco tu visita y disfruto con tus comentarios como tú disfrutas viendo crecer un pino.

Anónimo dijo...

Quiero salir al ruedo de este debate que la muchacha de quieta contemplación azul, provoca.
Lo cierto es que cuando leía las sesudas disquisiciones sobre las intenciones, sentimientos o pensamientos de la susodicha desconocida, no podía dejar de pensar en el autor y el "sentidor" de la obra. De la función y el mensaje del arte se ha escrito mucho y siempre muy tópico o polémico, pero en lo que todo el mundo parece estar de acuerdo es en que el arte (la obra) es solo un instrumento de comunicación. La escena, el personaje, las ideas no tienen vida propia y es el autor el que las utiliza, se sirve de ellas para enviar un mensaje en una botella al océano, para quien lo reciba y corresponda, para quien sienta algo con ello. En toda comunicación se producen dos milagros, uno en el emisor y otro en el receptor, que posiblemente no sean coincidentes, afortunadamente. En ambos hay un acto de libertad y de condicionamiento, en ambos hay una interiorización que hace posible la comunicación sin palabras, la identificación, la complicidad o el rechazo.
...y yo, me quedo con las sensaciones, las mías, las únicas que conozco.
Hablando de comunicación, milagro y sensaciones, un poco de todo esto se percibe en la posibilidad que ofrece el internete hoy, en blogs como este, que nos saca de la visión miope del cronómetro, la medida y el instrumento.
Pues eso y hasta la próxima.
Ripio: si te gusta contemplar las flores crecer, mucho has de saber de amor y paz.

Anónimo dijo...

Creo que el motivo de el debate se fundamentaba en los sentimientos que nos transmitía el cuadro en cuestión, no en la función del arte.
El usuario anónimo debería centrarse mas en qué sensaciones percibe él como receptor al contemplar la obra que en justificar como irremediables las discrepancias entre el mensaje transmitido y el recibido.
El usuario anónimo dice: "La escena, el personaje, las ideas no tienen vida propia y es el autor el que las utiliza, se sirve de ellas para enviar un mensaje en una botella al océano", como si la escena, el personaje, las ideas de toda obra fueran independientes del mensaje transmitido.
Creo que es un craso error; ¿acaso la escena y los personajes representados en "El Guernica" (por poner un ejemplo) son independientes del mensaje de desolación, tristeza, caos y muerte transmitidos?. A mi modo de ver esta simbiosis entre obra y mensaje es incuestionable y no existe la posibilidad de que cada observador interprete en su propio provecho el mensaje transmitido.
¿Como me valorarías si yo te dijera que el mensaje que yo, (como observador independiente) interpreto al visualizar el Guernica fuera de alegría, optimismo y felicidad? creo sin duda alguna, que no defenderias que estoy en mi derecho de libre interpretación, por el contrario creo que pensarías más en la posibilidad de que tuviera las neuronas requemadas.
Si que puede haber discrepancia para los observadores en los matices de los mensajes, pero nunca en el fondo, que creo que si están unidos irremediablemente al escenario descrito en las obras.
Moraleja: Si yo pinto de colores y tu lo ves oscuro, tienes las gafas de sol puestas, eso te lo aseguro.
Hyeeeepa, hasta la siguiente.

Mariadolcas dijo...

Contravientoymarea, pones un caso muy concreto con el Guernica,porque en cualquier obra de Andy Warhol lo que se propone esencialmente el artista es provocar en el espectador una emoción con la repetición sucesiva de los mismos motivos y no tiene nada que ver el fondo con la forma, lo mismo puede ser una flor que la Gioconda.
De todas formas me entusiasma tu participación. Un beso

Anónimo dijo...

no conozco en profundidad la obra de Andy Warhol. Lo que trataba de explicar es que el mensaje de consumismo, moda, modernidad, capitalismo, producción en serie, banalidad de los bienes de consumo, etc, que fundamenta el pop-art, puede ser representado con flores o con giocondas, pero que una misma obra no puede ser interpretada por estos valores y por sus contrarios (individualismo, anticonsumo, exclusividad, independencia, anticapitalismo, etc) o por otros que no tengan nada que ver; solo porque dos observadores se situen en posiciones distintas referente a dicha obra.
Me ratifico: si te hablo de un concepto puedo utilizar distintas palabras, frases, metáforas e incluso silencios, pero tú no puedes entenderme un concepto distinto del que trato de explicarte, esto no implica que estés de acuerdo con él, pero tampoco justifica que tu oido haya entendido lo contrario.
Moraleja: antes de rebatir lo evidente debes justificar tu postura con un análisis eficiente.
os espero en la próxima

Anónimo dijo...

Hola!he leido alguno de lso comentariso anteriores aun que no todos pero no voy a meterme a analizar la obra tan a fondo como los anteriores coment., entre otras por que creo que no estoy lo suficientemente capacitada para hacerlo.

El cuadro me gusta mucho, me transmite tranquilidad y un cierto sentimiento de felicidad, ya que para mi muchas veces la felicidad se encuentra en los pequeños y sencillos detalles de la vida.Mi opinion es que Dali queria que nos metieramos en el cuadro de tal manera que cada uno se imaginara alguna imagen(paisaje,lugar..etc)detras del marco de la ventana,que nos hiciera sentir bien y nos sacara una sonrisa.
Quizas en este cuadro, Dalí , no nos pedia un analisis más riguroso de su obra(a diferencia de la mayoria de sus cuadros, que a mi forma de ver,son mas complejas de entender) y simplemente quiso pintar lo que expresé anteriormente, un sencillo cuadro , en el que podia ser tb una ventana para evadirse del mundo por un momento.

Muy buen poema, se adapta fenomenal al cuadro,muy bonito.

Un saludo!!

thania dijo...

Me encantò el poema de Muchacha en el cuadro,està escrito con mucho tino y sensibilidad. Me recuerda un poema que le hice a mi hija que siempre se asoma a la ventana, porque ciertamente està algo encerrada en su propio mundo.
Maridolca, muchas felicidades.
Thania