Abro los ojos
Cuando la luz rasga las nieblas
en la frontera de mi ventana,
abro los ojos,
pero no me despierta la luz,
un aroma a café me despereza,
enreda en mi piel aleteos,
mi sangre es el tiovivo de una feria.
Cuando la luz rasga las nieblas
en la frontera de mi ventana,
abro los ojos,
pero no me despierta la luz,
un aroma a café me despereza,
enreda en mi piel aleteos,
mi sangre es el tiovivo de una feria.
Desayunar contigo
es levantar la falda a la luna,
vestir la mañana de princesa,
sentarme en la terraza de la vida
para beber a sorbos el zumo del sol
y este mes de enero
que es a su manera acogedor.
Desayunar contigo
un café con tostada de pan tierno
es prenderme un adorno de cerezas
en el pelo,
es alimentarme de miradas
hojaldradas de promesas,
es agotar una taza de palabras
que saben a leche caliente
en el fondo de tu boca
cuando me besas.