domingo, marzo 21, 2010

Día mundial de la Poesía

Entrevista a Juan Carlos Mestre:

Escribe en ‘La casa roja’ que “un poeta debe ser más útil que ningún ciudadano de su tribu”. ¿Cuál debe ser la función de la poesía?


Posiblemente un poeta no sea otra cosa que un taxista que lleva a la gente donde la gente quiere ir a vivir su propia vida, y un libro de poemas no sea otra cosa que una pequeña caja de herramientas al servicio de la conciencia de los hombres. Bastaría con que un poema ayudara mínimamente a resistir frente al ominoso mal que a través de las épocas ha llenado las canteras de la Historia de crímenes y cadáveres.


Poemas y taxistas

La noche se abrigaba
en la bruma del andén,
un olor agrio a alcohol de sábado
toma asiento a la mesa en la cantina.
Los taxistas se alineaban
en la estación del tren,
como los gorriones en el cable de la luz,
esperando a los viajeros desvalidos,
que regresan de Lourdes
con su dolor hecho a medida,
con el agua del milagro en sus maletas,
y en sus ojos la belleza perdida.

Desde la taberna de alcohol agrio,
desde mi corazón hecho astillas
me abro paso entre sillas de ruedas
y pienso que mis pequeños poemas
son como los taxistas,
ayudan a los enfermos
a rescatar de la muerte
unas horas de vida.

Mª Dolores Castro Novoa
Noviembre 2009

(contextualizando a Juan Carlos Mestre, premio Nacional de Poesía 2009)

Cuando caiga la noche en mi sueño de agua, no me interrumpas. Estaré buscando una orilla.

3 comentarios:

E. Martí dijo...

Totalmente de acuerdo. Más bien, considero que es un deseo el de ayudar a los demás a través de las palabras: en verso, en prosa, sobre un libro o en una conversación... Que las palabras sean como abrazos para rescatar al desvalido.
Precioso post.
Abrazos y gracias mil por esas fotos del recital.

Maypi dijo...

¡¡Y cuanto ha dado de sí "La casa roja"!! Que se lo pregunten a nuestro "A siete manos"
Un abrazo.

gaia56 dijo...

Ya veo querida Loli que los taxistas dieron para mucho.
me ha gustado tu poema y
me ha gustado el trabajo que hicimos sobre La casa roja de Mestre; ahora con entusiasmo para Miguel hernández.
Un beso.