viernes, enero 16, 2009

Sabor violeta

Huída


En la media luna de sus ojeras
se había refugiado el miedo,
él se refugió en el alcohol
de los muelles,
en las heridas de la noche,
en las pastillas sabor violeta
que una camarera
le puso en la boca.
Para ser más hombre
se perdió en los besos violeta,
jugó con las esquinas secretas
de las drogas
y, acorralado en su juego
y su miedo,
tomó un tren
que le llevó
lejos de su memoria.
Por ser más hombre
hoy recuerda su nombre
una esquela.

2 comentarios:

Maypi dijo...

Un poema duro pero rico en contenido. Me gusta. Besos

E. Martí dijo...

Víctima del camino que mata, del sendero de violetas por donde no se regresa nunca...Viajero de pájaros de mal agüero...Lástima que sus violetas no conduzcan por rutas de primavera y aire fresco...
Es tan bonito vivir, respirar la intensa fuerza de las tardes!!!
Me entero de que somos paisanas (por el artículo sobre el Belén y el que hace alusión a la pintora Puri Sánchez)... Ya decía yo ayer que hablabas en pretéritos perfectos. Escríbeme a s_marti4@hotmail.com y dame tu correo. cuéntame cómo has venido a parar a Gijón. Yo soy de la enseñanza y llevo 20 años en Pola.
Suerte encontrarte, charra literata y de gran sensibilidad...
Espero tus noticias. Abrazos, Esmeralda